Postergar o Acción, claves para la Conexión

Teresa Velasco

Progresar con el cambio

Procrastinar es la acción de retrasar o posponer situaciones o decisiones que en ese momento he  de llevar a cabo y no “me apetece” por diversas causas (miedo a afrontar situaciones, pereza, llegar a resolver, entretenimiento con otra cosa…) y lo sustituimos por cosas más “agradables” que te desvían del objetivo original.

Cuando el hecho de posponer se convierte en un hecho habitual, conocido internamente por frases como: “hoy no,…¡mañana!”; “me va a dar tiempo”, “luego lo hago”, “esto que es más urgente que aquello”…, hemos de parar y darnos cuenta de lo que quiero y lo que estoy haciendo si se corresponde con la necesidad real o es una desviación de la necesidad, un entretenimiento para no hacer y postergar. Esto a veces se ve reflejado en el organismo en un malestar interno de inquietud, ansiedad…acompañado de un dialogo interno e infinito.

Como vamos viendo hay multitud de justificaciones que llevan a postergar la acción, por ejemplo  el diálogo interno de cada un@ de cómo tienen que ser las cosas, la idea de perfección a la hora de llevarlas a cabo y como tiene que ser el resultado.  A la vez que los distractores del día a día, como son los emergentes que van sucediendo en la propia vida y la forma de gestionar  y administrar el tiempo.

Con respecto al tiempo  hay  muchas frases que juegan al autoengaño  como son:  “ya lo hare después”, “ya se lo digo mañana por que hoy esta poco recpetiv@”, “hay tiempo”, “no me va a quedar perfecto”… hay tantas frases como personas somos.

Al desviarnos hacia otra tarea, al enredarse e irse del objetivo principal,  el ciclo natural de la necesidad se ve bloqueado y la acción original no se completa o se desvía, con lo cual se corta el circuito natural de tomar conciencia, pasar a la acción, al contacto y resolver. Se bloquea la satisfacción de haberla hecho y se queda en un asunto inconcluso, en este caso postergado bajo varias ideas, por ejemplo  “ya la haré después”. La calma del momento se desactiva, al  recordar la tarea pospuesta, eso genera de nuevo inquietud, dialogo interno, insatisfacción… Es difícil deshacerse de este tipo de conductas.

“Sin acción no hay cambio”

Extracto de mi estudio más amplio titulado “Postergar o Acción, claves para la Conexión”.

Teresa Velasco Carrilero. Directora de Esencia. Escuela de Psicoterapia Gestatl.  Psicóloga,

Miembro Clínico de ASEPAT y Miembro Titular de la AETG.  Psicoterapeuta de la FEAP

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